7 ejemplos de riesgos contractuales en los negocios
Conoce ejemplos de riesgos contractuales en los negocios y las principales medidas para mitigarlos o eliminarlos.
Los riesgos contractuales se refieren a las contingencias que pueden surgir en los acuerdos legales entre dos o más partes. Ahora bien, ¿por qué es importante conocerlos y saber cómo mitigarlos?
Estos riesgos pueden resultar en pérdidas financieras, litigios costosos y retrasos en la realización de proyectos o servicios, que inciden negativamente en la rentabilidad del negocio y dañen la reputación de la compañía.
Es importante comprender estos riesgos y trabajar para minimizarlos a través de una gestión de riesgo efectiva, una negociación cuidadosa de los términos del contrato y una monitorización constante del desempeño y cumplimiento de los contratos.
Con esto en mente, aquí encontrarás diversos ejemplos de riesgos contractuales y medidas para mitigarlos, en particular, a través de la tecnología.
¿Qué es un riesgo contractual?
El riesgo contractual se refiere al peligro de pérdida que una parte asume al firmar un acuerdo. Considera que un contrato es un acuerdo legalmente vinculante entre dos o más partes, y que si una de ellas no cumple con sus obligaciones, la otra puede sufrir pérdidas.
7 ejemplos de riesgos contractuales
El primer paso para mitigar este tipo de riesgos y evitar pérdidas en tu empresa es conocerlos.
A continuación, te compartimos ejemplos de riesgos contractuales en los negocios.
1. Incumplimiento de contrato
Una de las partes no cumple con los términos y condiciones establecidos en el contrato. Por ejemplo, al comenzar un vínculo con un nuevo proveedor, este no entrega los bienes o servicios según lo acordado.
2. Disputas contractuales
Las partes tienen una interpretación diferente de los términos y condiciones establecidos en el contrato. Por ejemplo, una empresa puede argumentar que se le promete una función específica en un software que no se ha entregado.
3. Cambios en la ley o regulación
Los cambios en las leyes o regulaciones pueden hacer que los términos del contrato sean inválidos o impracticables. Por ejemplo, la restricción en el uso de algunos materiales por parte de las autoridades gubernamentales puede hacer que un contrato sea inválido.
4. Riesgos de precios
Los precios de los bienes y servicios pueden cambiar debido a factores como la inflación, la competencia y la demanda del mercado. Por ejemplo, una empresa puede tener un contrato para comprar materias primas a un precio determinado, pero el precio de estas aumenta durante el período de vigencia del contrato.
5. Riesgos de rendimiento
Una de las partes no cumple con los requisitos de rendimiento establecidos en el contrato. Por ejemplo, un proveedor que no proporciona los niveles de calidad requeridos para los bienes o servicios que entrega.
6. Riesgos de terceros
Los proveedores, contratistas o subcontratistas no pueden cumplir con sus obligaciones contractuales, afectando la capacidad de una empresa para cumplir con sus propios compromisos. Por ejemplo, un proveedor clave puede experimentar dificultades financieras y verse imposibilitado de cumplir con las entregas programadas.
7. Riesgos de fuerza mayor
Los eventos imprevistos pueden afectar la capacidad de las partes para cumplir sus obligaciones contractuales. Encontramos un ejemplo cercano en la pandemia, que obligó a muchas empresas a cerrar o limitar sus operaciones temporalmente, impidiéndoles cumplir con los plazos de entrega acordados en sus contratos.
Importancia de gestionar el riesgo contractual
La gestión del riesgo contractual es fundamental para los negocios por las siguientes razones:
Protección de los intereses comerciales: al garantizar que se cumplan las obligaciones acordadas en los contratos.
Reduce los conflictos: permite identificar y abordar de antemano los riesgos potenciales, evitando malentendidos y disputas.
Ahorro de costos: ayuda a reducir los costos asociados a los riesgos contractuales, evitando pérdidas y daños.
Mejora la reputación de la empresa: cumplir con las obligaciones contractuales de manera constante genera lealtad y confianza entre los clientes y socios comerciales.
¿Cómo eliminar o mitigar el riesgo contractual?
Si bien el riesgo contractual en los negocios no se puede eliminar por completo, sí es posible mitigar y reducirlo significativamente mediante las siguientes estrategias y medidas preventivas:
Revisión y análisis cuidadoso del contrato: es importante que las empresas realicen una exhaustiva revisión del mismo, asegurándose de que entienden y están de acuerdo con todos los términos y condiciones establecidos.
Incluir cláusulas de mitigación de riesgos: se pueden incluir cláusulas que aborden los riesgos específicos y establecer medidas preventivas para mitigarlos.
Establecer procedimientos y políticas para gestionar el riesgo contractual: incluyendo la identificación, evaluación y mitigación de los riesgos.
Efectuar una debida diligencia: antes de celebrar un contrato con una nueva parte, es necesario realizar una diligencia exhaustiva para evaluar la capacidad de la otra parte de cumplir sus obligaciones contractuales.
Mantener una comunicación abierta y constante con las partes contratantes: para asegurarse de que ambas están cumpliendo con sus obligaciones y se encuentran abiertas a abordar cualquier problema o inquietud que pueda surgir.
Obtener asesoría legal y financiera: para ayudar a identificar, evaluar y reducir los riesgos contractuales.
Hacer uso de la tecnología: los software de gestión de contratos (CLM) permiten optimizar cada uno de los ciclos de vida de los acuerdos y reducir considerablemente los riesgos. Conoce Docusign CLM.
¿Cómo un CLM ayuda a mitigar el riesgo contractual?
Un gestor de ciclo de vida de contratos o Contract Lifecycle Management (CLM), es un software que ayuda a las empresas a administrar todos los contratos desde su creación hasta su renovación o terminación, aportando grandes ventajas vinculadas a la seguridad, rapidez y automatización.
Enseguida, vemos 4 motivos por los que una solución CLM de punta puede ayudarte a mitigar los riesgos contractuales:
1. Gestión centralizada de contratos
Permite mantener una vista centralizada y en tiempo real de todos los contratos que están en vigor, lo que facilita la identificación de los riesgos contractuales.
2. Automatización de procesos
Automatiza la mayoría de los procesos manuales relacionados con la gestión de contratos, lo que ayuda a reducir errores y garantiza que los procedimientos se sigan de manera consistente. Además, evita el consumo de papel, disminuyendo costos y haciendo de tu negocio una empresa más verde.
3. Alertas y recordatorios
Envía alertas y recordatorios automáticos para que las partes involucradas cumplan a tiempo con los plazos importantes.
4. Control de versiones y auditoría
Permite llevar un registro de todas las versiones de contrato y de cualquier cambio o modificación, lo que ayuda a garantizar que todas las partes involucradas estén en conocimiento de los términos y condiciones del contrato.
5. Análisis de riesgos y cumplimiento
Analiza los contratos para identificar cualquier posible riesgo y asegurarse de que los acuerdos cumplan con las políticas internas y regulaciones externas.
Como ves, un CLM es una excelente herramienta para gestionar los contratos de tu empresa de manera eficiente. ¿Te interesa conocer más sobre nuestra solución? ¡Entra en contacto con uno de nuestros asesores!