Lograr rentabilidad en 2020: Cómo una PYME puede sobrevivir a los tiempos de crisis
Conoce cinco estrategias que pueden ser aplicadas por las PYMES para mantener su rentabilidad en tiempos inciertos.
Las pequeñas y medianas empresas conforman alrededor de la mitad del PIB de México y, aun así, esto no las salva de sufrir graves consecuencias ante las crisis económicas.
Por eso, en este artículo te compartimos cinco estrategias que pueden ser aplicadas por las PYMES para mantener su rentabilidad en tiempos inciertos.
¿Realmente son importantes las PYMES?
Las pequeñas y medianas empresas en el contexto latinoamericano y específicamente en México, juegan un papel determinante en la economía regional, algunas razones que las convierten en el motor del país son:
Generan alrededor del 70% de empleos a nivel nacional.
Realizan un aporte significativo a la producción y comercialización de bienes y servicios.
Contribuyen al desarrollo de la nacional y regional con proyectos innovadores.
En muchos casos las PYMES aportan soluciones a problemas de desigualdad.
Forman parte fundamental de los procesos de inclusión.
Sin embargo, existen algunos obstáculos que las pequeñas y medianas empresas se encuentran en su camino y que dificultan su solvencia y por ende afectan su operación.
Por ejemplo, muchas organizaciones encuentran que sus competidores internacionales les llevan una gran ventaja en cuanto a la capacidad de actualización.
Veamos algunas estrategias enfocadas en la rentabilidad y la planeación, que las microempresas deben tener en cuenta para hacer frente a los constantes cambios de la economía.
1. Reducir costos
Aunque puede parecer obvio, muchas empresas no logran hallar la manera de controlar los gastos de operación y esto termina por afectar rápidamente su rentabilidad.
Hay que tener en cuenta que, en muchas organizaciones, sobre todo en las más pequeñas, casi todas las labores se concentran en una sola persona.
Así, dicha persona es quien lleva la contabilidad, administra el personal, se encarga de las compras y de crear estrategias de marketing y ventas, es poco el tiempo y el espacio mental que queda para que un dueño de negocio piense con cabeza fría en las posibilidades más estratégicas para reducir sus costos.
Entonces, ¿por dónde se puede empezar?
Antes que nada, se deben identificar claramente los costos más grandes. Posteriormente, se deben reconocer los que puedan ser reducidos o de plano eliminados de manera más sencilla.
Aquí algunos ejemplos para llevar a cabo este punto:
Contacta con tus proveedores para evaluar la posibilidad de obtener descuentos u opciones más accesibles.
Revisa aspectos como las pólizas de seguros o los servicios de bodegaje e intenta negociar con los proveedores para obtener una mejora en el precio que refleje solo el costo del uso real de los servicios.
Examina si existen suscripciones a revistas, boletines o servicios que no son de primera necesidad y realiza las cancelaciones correspondientes.
Verifica el gasto en servicios públicos y con seguridad puedes acordar algunos días de home office a la semana con tus empleados. Aunque no lo creas, esta simple acción puede alivianar un poco el gasto correspondiente al consumo diario de agua y energía. Claro está que esta estrategia no funciona si tienes un restaurante o similar, en cuyo caso sería imposible prescindir de un día en el lugar de trabajo.
2. Considera el modelo de subcontratación
Este modelo, bien administrado puede traer grandes beneficios para ambas partes, pues de esta manera un costo que antes se consideraba fijo, se transforma fácilmente en un costo variable.
Por otro lado, le permites al contratista tener cierta flexibilidad con su tiempo, el cual podría dedicar a otros proyectos.
Así, la subcontratación se convierte en una gran ventaja pues solo se incurre en gastos siempre y cuando se tenga producción.
3. Actualiza el estudio de mercado para tu negocio
Durante las crisis no todo es negativo, también pueden surgir oportunidades como una baja en los precios de ciertos insumos o servicios e incluso para algunas personas, una crisis puede representar una oportunidad de negocio.
Por tal razón, es un buen momento para refrescar la investigación de mercado de tu empresa lo que aportará a su rentabilidad. Así que revisa estrategias de la competencia y rastrea alternativas de precios más baratas.
4. Chequea tu inventario
Este es un buen ejercicio para darle una segunda vida a algunos artículos que probablemente estaban en desuso en el almacenaje de tu empresa y así evitar comprar nuevos equipos o implementos, pues en algunos casos basta con una sencilla reparación o simplemente ponerlos de nuevo en funcionamiento.
De hecho, podría ser una oportunidad para vender las cosas que en definitiva no se van a usar para la operación del negocio y así reducir el valor del inventario a la vez que se recupera un poco de dinero.
5. Revisa las estrategias para aumentar las ventas
Tal vez las técnicas que se venían utilizando para vender necesitan algunas variaciones con el fin de adaptarse a las exigencias de la crisis.
Para lograr un aumento en las ventas es necesario examinar aspectos y responderse con honestidad algunas preguntas como:
Servicio al cliente: ¿es realmente personalizado, amable y efectivo?, ¿tienes canales de contacto habilitados por los que te puedan encontrar de manera fácil y rápida?
Seguridad en los pagos: si aplica, ¿existe garantía sobre los métodos de pago en línea?, ¿tu empresa cuenta con una política clara de devoluciones?
Accesibilidad en la compra: ¿tu producto o servicio se puede adquirir fácilmente y en pocos pasos?, ¿las entregas a domicilio están siendo efectivas?
Escuchar a tu público: ¿tomas en cuenta las quejas y sugerencias para realizar ajustes en el servicio?, ¿tu producto o servicio realmente está satisfaciendo las necesidades de tu público?
Valor agregado: ¿qué estás ofreciendo a tus clientes que tu competencia no puede ofrecer? A veces no es tan complejo, basta con ofrecer descuentos, promociones o dar una atención excepcional que incremente la confianza de los clientes y así fidelizarlos e incluso atraer nuevos clientes.
Consejos finales
Para terminar, es importante resaltar la diferencia entre los conceptos de ganancia y rentabilidad, con el fin de ofrecer una comprensión más precisa de las estrategias compartidas en los párrafos anteriores.
El concepto de ganancia se refiere exclusivamente a la cantidad de dinero que se genera con las ventas, luego de pagar todos los gastos y costos. Por su naturaleza es un indicador de corto plazo.
Por su parte, es importante tener en cuenta que la rentabilidad es un indicador de largo plazo, que depende de la inversión y que pone de manifiesto la capacidad del negocio para ser sostenible en el tiempo.
Esperamos que estas pautas sean de utilidad en la elaboración del plan de respuesta para incrementar la rentabilidad de tu negocio. Sin embargo, sabemos que cada organización es diferente y requiere de estrategias personalizadas de acuerdo con sus necesidades actuales.
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