¿Cuáles son los efectos de los contratos entre las partes?

Los contratos son unos de los elementos más relevantes al momento de proteger los intereses de las partes involucradas en una transacción. Estos son los que definen la forma, tiempo y espacio en los que se ejecutarán ciertas acciones, así como aquellas que no deben llevarse a cabo. De ahí que conocer los efectos de los contratos entre las partes sea tan importante.

No obstante, los efectos de los contratos entre las partes pueden variar de acuerdo a la jurisdicción donde se ejecuta la transacción, el código bajo el que se rigen, e incluso a quiénes los realizan.

Importancia de los contratos

Sin importar si se trata de contratos digitales o físicos, todos tienen algo en común: son herramientas esenciales para el establecimiento de relaciones comerciales y legales.

Pues, además de ofrecer protección y seguridad para las partes involucradas, plantean mecanismos para la resolución de disputas y, en la medida de la posible, evitan la aparición de las mismas.

Algunos de los factores más relevantes que ratifican su importancia son los siguientes:

• Ejecución de derechos: Ambas partes tienen el derecho de exigir el cumplimiento de lo estipulado en el contrato y de abogar a través de medios legales para conseguirlo.

• Protección de la propiedad intelectual: Establecen los términos y condiciones para el uso y la explotación de la propiedad intelectual, como patentes, marcas comerciales y derechos de autor. Con ello, ayudan a prevenir infracciones y el uso no autorizado.

• Cumplimiento de regulaciones y normativas: Bien sean contratos electrónicos o tradicionales, las disposiciones expresadas en ellos suelen estar ancladas al cumplimiento de las normativas y regulaciones correspondientes.

• Disposiciones justas y equitativas: La mayoría del tiempo ambas partes establecerán disposiciones justas, en las que ninguna deba hacer un esfuerzo desmesurado o sufrir consecuencias no equiparables.

¿Qué son los efectos de los contratos?

Los efectos generales de los contratos se entienden como las consecuencias subyacentes a su elaboración. Contrario a lo que se podría pensar, no se trata solo de las consecuencias relacionadas con su incumplimiento, sino también de los efectos que estos traen consigo inmediatamente después de su creación.

Lo anterior es independiente del tipo de documento que sea o del propósito con el que se elabore. Es decir, los efectos son igualmente aplicables para contratos bilaterales o unilaterales, temporales o indefinidos, para un contrato laboral o comercial, entre otros.

¿Cuáles son los efectos de los contratos entre las partes?

Debido a que los efectos de los contratos entre las partes no están directamente estipulados en ninguna regulación o norma del Código Civil Federal de México, estos varían de acuerdo al autor que los plantea.

A continuación, te mostraremos aquellos efectos en los que la mayoría de autores coincide:

1. Obligatoriedad

El principio de obligatoriedad se refiere a las a obligaciones que adquieren las partes del contrato una vez este se elabora. Es decir, que lo expresado en él debe acatarse de manera obligatoria y no opcional.

El Código Civil Federal de México menciona, en varias ocasiones, a la obligatoriedad como un elemento intrínseco en los contratos.

Por ejemplo, el artículo 1796 expresa que “Los contratos se perfeccionan por el mero consentimiento, excepto aquellos que deben revestir una forma establecida por la ley. Desde que se perfeccionan obligan a los contratantes, no sólo al cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también a las consecuencias que, según su naturaleza, son conforme a la buena fe, al uso o a la ley”.

Además, el artículo 1832 determina que “En los contratos civiles cada uno se obliga en la manera y términos que aparezca que quiso obligarse”.

Todo lo anterior nos reafirma que, aun sin estar expresado como un efecto, la obligatoriedad es un factor inherente en la estipulación de contratos en México.

2. Intangibilidad

La Real Academia Española describe a algo intangible como aquello “Que no debe o no puede tocarse”. Esto, en esencia, es el efecto de intangibilidad: el nulo derecho que tiene una de las partes de modificar o crear un nuevo contrato sin el acuerdo de la otra parte.

Imaginemos que una empresa firma un contrato informático con un proveedor de servicios. Este contrato especifica que la empresa debe tener acceso a determinado software del proveedor por el plazo continuo de un año.

Si más adelante el proveedor —sin haberlo acordado con la empresa—decidiera modificar el contrato para acortar este tiempo, el efecto de intangibilidad invalidaría esta acción por completo.

El artículo 1797, por ejemplo, establece que “La validez y el cumplimiento de los contratos no puede dejarse al arbitrio de uno de los contratantes”.

3. Relatividad

Este efecto proviene del hecho de que ninguna de las obligaciones y responsabilidades pactadas durante la gestión de un contrato pueden aludir a quienes no forman parte de este.

Son relativas porque a pesar de que las disposiciones del contrato existen, solo tienen valor sobre las personas involucradas en el mismo.

Sus fundamentos provienen del principio “Res inter alios acta” que, en español, se refiere al hecho de que aquello pactado por varias personas no puede ni debe afectar a terceros.

4. Oponibilidad

La oponibilidad es el atributo que tienen ciertos derechos o documentos para valer frente a un tercero. En el caso de los contratos no se trata de que personas no involucradas en el mismo deban adquirir sus responsabilidades, sino de que estos acepten los efectos indirectos de su ejecución.

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Para este punto, es evidente que un acuerdo válido ante la ley siempre cumplirá con todos los efectos de los contratos entre las partes, desde su obligatoriedad hasta su oponibilidad.

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