Compliance financiero: ¿cómo mejorarlo?
Compliance es la obligación de las empresas de aplicar procedimientos que garanticen el cumplimiento de las normas internas y externas. Conoce más.
Desde 1977, y más recientemente en el año 2014, surgieron normas de peso internacional que han ayudado a regular las obligaciones de las empresas en cuanto al compromiso con la transparencia de sus operaciones. Todo ello en la búsqueda de combatir situaciones de fraude, corrupción y lavado de dinero. ¡Así es cómo nace el término compliance financiero!
Compliance se traduce al español como «cumplimiento» y en el uso generalizado de la lengua española se le dice «cumplimiento normativo», aunque en Latinoamérica se suele resumir con la palabra en inglés: Compliance.
En este artículo abordaremos en qué consiste, cuál es su marco legal y cómo puedes garantizar un buen cumplimiento financiero para tu empresa. ¡Comencemos!
¿Qué es el compliance?
En muy breves palabras el compliance es la obligación de las organizaciones o empresas de aplicar procedimientos que garanticen el cumplimiento de las normas internas (nacionales, regionales, locales e inclusive gremiales) y externas (internacionales).
El cumplimiento normativo es un instrumento con validez jurídica en el que se plasman los objetivos que las empresas u organizaciones aspiran a alcanzar y por medio de cuáles medidas cumplirán con la legislación, regulaciones, políticas y reglamentos.
Motivados por el aumento de regulaciones y ante la necesidad de demostrar transparencia operativa, las empresas adoptan cada vez más el uso de controles de cumplimiento para garantizar que se cumplan las obligaciones gubernamentales.
Podemos decir que el compliance es la cultura de cumplimiento empresarial que abarca los procedimientos y mecanismos ideados para la prevención de infracciones, irregularidades e incumplimientos.
Toda organización o empresa que adopta una metodología eficiente de compliance queda protegida jurídicamente al poder utilizarlo como eximente o atenuante de responsabilidad administrativa, civil y hasta penal.
¿En qué consiste el compliance financiero?
Por encontrarse regulado de manera muy estricta, el sector de las finanzas es, por su naturaleza, uno de los ambientes corporativos al que más se le ajusta el cumplimiento normativo.
La alta regulación de este sector económico es consecuencia de la gravedad, la importancia y el riesgo latente a cometerse diversos tipos de delito, entre los que destacan el financiamiento de organizaciones terroristas o criminales y el blanqueo de capitales.
En los últimos años se han promovido y aprobado legislaciones que apuntan al compliance financiero, entre ellas la Directiva Europea sobre los Mercados de Instrumentos Financieros, denominada Normativa MiFID.
Esta norma promueve la creación un mercado exclusivo de servicios financieros, así como la protección de la competencia de los mercados y al inversor, así como el fomento de la transparencia.
También en Europa existe el Reglamento 596/2014 sobre el abuso de mercado que crea el marco legal para regular las operaciones financieras que posean información privilegiada, lo que evita la manipulación del mercado.
Marco legal del cumplimiento normativo en América Latina
Producto del volumen de casos de corrupción desvelados en los países latinoamericanos, muchos gobiernos han introducido en su legislación la responsabilidad penal para las personas jurídicas.
La precursora de muchas normas en los países iberoamericanos es la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés), la Ley Federal de los Estados Unidos promulgada en 1977 que prohíbe a las entidades y ciudadanos estadounidenses pagar sobornos a funcionarios de gobiernos extranjeros.
La ley fue enmendada en 1998 con el fin de aplicarse a las personas y empresas extranjeras que directamente o por medio de intermediarios faciliten o hagan pagos corruptos en el territorio de EE. UU.
Además, desde 2014 la Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés) aprobó la norma ISO 19600 de Sistemas de Gestión de Compliance, cuya aplicación es de referencia internacional e impone las buenas prácticas en cuanto a la gestión de cumplimiento de obligaciones. Esta se aplica a cualquier tipo de organización y empresa.
También existe la ISO3100, una norma general para la gestión de riesgos empresariales, que incluye a los financieros.
México cuenta con una Política Nacional Anticorrupción que fue establecida en 2016 cuando se promulgó la Ley General del Sistema Nacional Anticorrupción.
¿Cómo mejorar el compliance financiero?
A continuación te ofrecemos una lista de procedimientos que todo programa de compliance debe incluir:
Ante todo debes designar un compliance officer u oficial de cumplimiento.
Diseña un método de gestión de riesgos.
Establece políticas para el manejo de las listas restrictivas.
Asegúrate de implementar un sistema de denuncias.
Define y establece un código de conducta y ética.
Adopta políticas y de control de riesgo de fraude y corrupción.
Debes poseer un sistema de gestión de conflictos de interés.
Adopta planes de capacitación que se relacionen con el manejo de riesgos.
Establece un sistema disciplinario para sancionar ejemplarmente los incumplimientos del sistema.
Implementa herramientas seguras
Motivados por la importancia del cumplimiento normativo surgieron en el mercado proveedores de soluciones tecnológicas en materia de compliance.
Existen herramientas para automatizar el análisis de riesgos en cuanto a la protección de datos, otras que evalúan el impacto de la privacidad, de prevención de blanqueo de capitales que cruzan los datos de las partes involucradas en una transacción, etc.
Además de ellas, es esencial que todas las soluciones que utilice la empresa garanticen la integridad y seguridad de datos, así como que sigan los lineamientos dictados por las leyes vigentes.
Una de estas soluciones, que permite mejorar el compliance y los flujos de trabajo es la firma electrónica. Esta herramienta ayuda a que las organizaciones implementen procesos de gestión de documentos más seguros, válidos jurídicamente y con certificaciones de seguridad que incrementan la protección de los datos de firmantes.
Un documento firmado electrónicamente constituye una prueba para demostrar la actuación de una persona jurídica y garantiza que la operación o la transacción se está realizando dentro del marco normativo y legal.
Además, esta herramienta tecnológica también cuenta con su respectiva legislación en todos los países, que le aportan validez jurídica a la firma de documentos.
Como ves, mejorar y fortalecer tu compliance financiero brinda transparencia a las transacciones de tu empresa en cumplimiento de las regulaciones y normativas vigentes en materia de lucha anticorrupción, lavado de activos y financiamiento del terrorismo.
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